martes, 31 de enero de 2012


Erasé una vez una princesa de pelo largo, liso, de color café, como sus ojos, vivia tranquila en su reino, era un reino que ella misma habia construido,el castillo, el lago, los caballos, todo en aquel reino habia sido como ella lo habia imaginado. Pero he aquí que la princesa salió un día a pasear y descubrió en el bosque un árbol que hasta entonces no había visto, era un árbol delgado, no tenía flores ni frutos, parecía crecer buscando la luz que le tapaban los demás árboles, más robustos y frondosos que él.
La princesa preguntó a las gentes de su reino quién habia osado plantar aquel árbol debilucho en su bosque, nadie supo contestar, entoncés ordenó al jardinero de palacio que cortara aquel arbusto, ya que no era de su agrado.
Sus órdenes fueron cumplidas y el jardinero segó el arbusto.
A la mañana siguiente la princesa salió de nuevo a pasear cuando de repente, al otro lado del bosque, vió un nuevo arbol idéntico al que mandó cortar el dia anterior. Este hecho la hizo enfurecer, ¿quién era capaz de desobedecer sus ordenes y plantar árboles en su bosque sin ella ordenarlo?. Al igual que el dia anterior, mandó a su jardinero cortar aquel árbol, pero misteriosamente el árbol volvía a aparecer todas las mañanas en un sitio distinto del bosque.
Asi fueron pasando los dias, las semanas, los meses, todas las mañanas la princesa recorria paseando su extenso bosque buscando un nuevo árbol delgado, sin flores ni frutos, que intentaba hacerse un hueco entre los robustos árboles que le tapaban la luz.
Un dia el jardinero se acerco a la princesa y le dijo:" Majestad este arból parece débil pero sus raices son fuertes y se han extendido por todo el bosque, es inútil segar todos los días su brote porque uno nuevo aparecerá".
La princesa comprendió lo que su buen jardinero le decía, era imposible acabar con ése árbol, debilucho, sin flores ni frutos, un árbol que ella nunca habria elegido, asi que por primera vez , a la mañana siguiente, la princesa no ordenó cortar el árbol.
Y el arbusto pudo por fin crecer y convertirse en un árbol más alto y más fuerte cada día, de sus ramas brotaron yemas, de sus yemas flores y de sus flores frutos.
La princesa nunca habia conocido aroma igual, ni había probado frutas más sabrosas, tal es así que sus visitas al árbol se hicieron constantes.
Le gustaba tumbarse a sus pies, leer bajo su sombra, respirar su perfume , alimentarse de sus frutos y escuchar el sonido de sus hojas. Era feliz junto a aquel árbol, que aunque aparentemente no tenía la fortaleza de los demás árboles habia conseguido darle todo lo que ella necesitaba para ser feliz.
Al atardecer la princesa regresaba a palacio para atender a su pueblo, ya que sus obligaciones le impedian estar todo el dia junto a su árbol.
Una noche la princesa no apareció en palacio, el jardinero asustado corrió hacia el bosque en su busca, cuando llegó al lugar contempló atónito cómo el árbol habia desaparecido, sobre el suelo se encontraban las ropas de la princesa y una carta que decía:
" Mi querido jardinero, las raices de éste árbol ya no sólo estan bajo mi bosque sino bajo mi piel, recorren todo mi cuerpo y abrazan mi corazón, mi sangre se ha vuelto verde y de mis manos han brotado flores y frutos,me siento más viva que nunca, ha venido a por mi y soy feliz por ello

No hay comentarios:

Si Tú Me Amas... Nada Importa Ya...

Por ser y estar Siempre para mi.

Esto es pa la mujeres que se meten con los hombres ajenos!!!